Tras la disputa sobre la sede para el segundo enfrentamiento mundial, Italia quedo convertido en anfitrión ante la renuncia del campeón Uruguay.
La squadra azurra se convirtió en la gran favorita, sus estrellas no eran las más notables, pero en conjunto formaron un compacto plantel liderado por el famosos jugador Giusseppe Meazza en el campo y el director técnico Vittorio Pozzo en el banquillo.
Debido al gobierno fascista que imperaba esas tierras en los años previos a la II Guerra Mundial se cree que gran parte de los juegos fueron arreglados para que las repúblicas de Italia y Alemania consiguieran pase a semifinales, hasta que una sorpresiva Checoslovaquia levantó la mano.
A pesar de la eliminación súbita de Alemania en semifinales, Italia venció por 2 a 1 a el país eslavo en casa y 4 años después en un mundial lleno de color y tensión militar, la escuadra itálica dirigida por Pozzo de nueva cuenta repitió la hazaña ante su similar de Hungría.
Italia, en medio de polémicas, se convirtió en el equipo más grande del planeta y dejo en claro, que su legado iba a ser histórico a pesar de la guerra que se avecinaba.
1 comentario:
Sigo sintiendo que los textos son muy largos, trata de ser más conciso, pero va bien este blog. Tienes 10.
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